Carta a tu ausencia II

Hola amor. Ya pasó un año. Pasa el tiempo y me envuelve de miedos, de tristezas, de finales que no acabaron con todo, conmigo.

Ojalá pudiera decirte otras cosas, como por ejemplo, que lo nuestro tiene esperanzas, pero entre tu amor y yo, me prefiero a mí misma que soy con quien paso todos los días de mi vida. Ojalá pudiera soñar con que nada de lo que pasó, pasó, que ninguna de las heridas que me causaste están ahí, y que si quedaron cicatrices, el tiempo ya se está encargando de borrarlas. Pero te estaría mintiendo.

Seguís siendo lo que más amé de estar viva y me preocupa no volver a sentirme así nunca más. Merezco tener todo eso que soñé a tu lado aunque ya no sea a tu lado, y ojalá un día entiendas, que mi amor era infinito, y que tu maldad debió ser infinita para ser suficiente, y ser capaz de matarlo.

Nos teníamos

Era tan especial saber que nos teníamos, el uno al otro, tan cerquita, como para un abrazo o un poco de amor; saber que nos teníamos… No con un significado posesivo, si no con un sentido que los dos entendíamos bien si nos mirábamos a los ojos, saber que no hacía falta nada, si tan sólo nos teníamos.
Éramos amigos, de los más buenos. Porque no sólo nos gustábamos, sino que nos amábamos, y amábamos todo lo que rodeaba a cada una de nuestras personalidades: Una canción, un aroma, una comida, un lugar, un color. Lo amábamos, pero no como algo que tomamos por propio… Y eso tiene una explicación. Nada en mi, ni tu canción, ni tu aroma, ni tu comida favorita, ni tu lugar en el mundo, ni color eran míos, y como si supieran todas estas cosas brillar en su origen, te hacían más bello a vos, cuando me las compartías como a un invalorado tesoro. Y admirarte era un placer, un saludo a la vida, era vibrar, era sentirte especial a vos y sentirme especial en mi, por saber que te tenía. Te tenía, y aunque ya no te tengo, mi vida recuerda como en un hondo y sin sabor estorbo, todas nuestras memorias, que ahora están muertas, pero que en algún momento estuvieron vivas, y así nos hicieron sentir a ambos. Vivos, en el otro.
Ojalá pueda recordarte algún como se sentía en aquellas fotos, sin que duelas como ahora, sin que, el saber que ya no estás, y que quizás no te conocía tanto como pensaba, dolieran en un acalorado y ahogante latir, que sale de mi pecho y te llora a ti.

Si la amas…

Se que la amas, si no lo hicieras, no estarías con ella. Pero se que eres humano y tienes emociones variables, es probable que la ames de formas incorrectas.

Una relación feliz y saludable puede transformarse en una destructiva si no la tratas como merece ser tratada.
Sin embargo, espero que trates de amarla adecuadamente. Espero que seas consciente de tu amor por ella. Espero que sepas que esa consciencia es lo que mantendrá fuerte tú relación.

Quiero que recuerdes como lucía la primera vez que la viste. Ella era todo lo que habías deseado. Pero en su belleza, su naturaleza, su sentido del humor o su independencia, hay algo en ella que no has encontrado en nadie más.

Lo que más te sorprendió fue su entereza.

Si la amas, mantenla de esa forma: Manten su belleza, su bravura; mantenla completa.
Aunque ella es artífice de su propio destino, deseo que entiendas que juegas un papel muy importante en su vida. Cómo la tratas determina cómo se ve a sí misma, puedes hacerla brillar o hacer que se pierda. Ella es una estatua en tus manos y sólo espera ser tratada con cuidado.

Si la amas, no la destruyas.
Ella ha sido destruida con anterioridad, otra destrucción no es lo que está buscando. Si ella está contigo, debes saber que ha vencido sus miedos e inseguridades para estar contigo; ha superado su pasado y ha decidido darle otra oportunidad al amor, te ha entregado su corazón.

No la dejes caer.
La destruyes en el momento que piensas conocerla. No es un libro que terminarás tarde o temprano. Ella es algo aún por descubrir, así que vive cada día como si fuera la primera vez que la ves.

Debes estar siempre presente. Nada la destruiría más que tu ausencia emocional. Puedes sentarte junto a ella todo el día y aún así no estar ahí, o puedes estar muy lejos y completamente ahí a la vez.

Estimula sus pensamientos, sus emociones, su ser. Navega en su alma como si lo hicieras en el inmenso océano.

La destruirás si ella alguna vez siente que la necesitas más que la quieres. Destruirás cada centímetro de su ser si sólo la amas cuando la soledad te inunda. Porque ella busca tu amor en todo momento, no sólo cuando tus inseguridades y miedos te ataquen.

Se que tus propios sufrimientos pueden haberte destruido, pero no la ames sólo para que lleve toda tú carga emocional. No la ames si solo la quieres para que te arregle, debes saber que ella lo hará sin que te des cuenta.

Su amor y existencia sanarán cada parte de ti. Pero si estás con ella sólo para llenar el vacío de tu propia alma ella se dará cuenta, y la destruirás.

Y recuerda, ella tampoco desea ser reparada. Quizá se abrió contigo y te contó del dolor de su pasado; quizá sabes el número exacto de piezas en que alguna vez se rompió, pero ella no te lo dijo para que la armaras de nuevo, sólo lo hizo para que sepas que fue capaz de soportarlo y cómo eso la llevó a ser quien es hoy.

Quiere que sepas que la forma en que la trates, con amor, entendimiento y paciencia, es lo que importa.

No la trates como si estuviera rota, está completa con todas sus piezas, aún cuando esté llena de cicatrices y marcas, abrázalas con ella, no le agregues más. Haz que vea el porqué de haber pasado por relaciones destructivas, haz que vea que ya pasó lo “peor” y de esa forma apreciará lo “mejor” que eres tú.

Si la amas, hazlo con todos sus defectos e inseguridades; es tan imperfecta como tú y solo espera compartir esa imperfección contigo. Ella quiere desnudar su alma frente a ti y ser ella misma.

Ella quiere ser la misma frente a ti que frente a su espejo, loca, salvaje y libre. Sino estás listo para aceptar quién es, la destruirás.

Si la amas, hazla más fuerte, que ella hará lo mismo contigo. Cualquier esfuerzo que tú hagas, ella lo hará al doble.

Si tú le muestras la luna, ella te mostrará la galaxia entera.

Si la llevas a un lago, ella te presentará el océano.

Si la tratas bien, ella te amará aún más.

Si la amas bien, nunca te olvidará.

Texto: Hoy Aprendí

Cuando nos conocimos yo llevaba el freno de mano puesto, el corazón escondido y un letrero que decía «le tengo pánico al amor»… sin embargo, el amor me llenó los cuatro costados de mi universo… ¡y de un día para el otro estábamos más pegoteados que fideos de campamento!

No hubieron tiempos establecidos, ni necesitamos mucho mas que un mes para saber que estábamos enamorados.

No me pregunten cómo, pero sabía que me iba a quedar ahí, que iban a venir los viajes, la casa, los hijos, las canas, y los años juntos.
Por ahí tu amor me abrió una puerta al universo que no sabía que tenía, que tenemos.
Por ahí me fundí en las estrellas.

Hay un camino que, si lo escoges, te conduce en todas las direcciones: El amor.

~ Soledad Voulgaris

Me alegras, la vida, el amor, y el cielo

Llegaste a mi vida y echaste raíces,
Llegaste a mis noches y creciste un sol para mi,
Me regalaste luz con una paciencia bendita,
Llenaste mi alma de juventud.

Si leyeras todo, entenderías.
Por qué me das razones para quererte aún más.
Ni el tiempo ni los pasos, lejos, me ayudan a alejarme.
Nada ni nadie me echa hacia atrás

Puedo hacer nido en tu pecho,
Puedo nadar en tus pupilas.
Amo la forma en la que mojas mis pies en la luna,
Y adoro tus ojos puestos en mis retinas.

El crujido de las hojas secas,
El polvo de un invierno a ventanas cerradas,
Las lluvias de un verano sediento,
Toda y cada una de las cosas vividas,
Siguen llevándone hacia ti.

Porque ni el viento vuela plomo,
Ni las pesadillas vuelan mi amor.
Porque hoy y mañana,
Te quiero.

Te quiero para viajar, y para conocerte.
Te quiero para entrar, y descubrirte.
Te quiero para volver, y acurrucarme,
Te quiero para seguir, y construirte.

Te quiero cuando me haces polvo,
Porque me soplas.
Y me elevas.

Te quiero porque me das nubes,
Y un par de escaleras.
Te quedas, siempre vigilando.
Si cae la noche te estaré abrazando.

Te amo, porque en ti la fraternidad es lo más importante.
Y un equipo es difícil de pensar sin ti.
Te quiero porque gastaste mis zapatos,
En noches de bailes sin fin.

Y obras como una mano mágica,
Que se posa sobre mi corazón.
Recorres cada esperanza,
Y no me quieres decir adiós.

Te quiero porque cuando estoy contigo,
El mundo parece un lugar mejor.
Te quiero porque todo lo que creamos,
Es imposible sin amor.

Y creo que es imposible no amar tu corazón.
Tu risa, tus lágrimas, cada sonido de tu voz.

Te amo, amo tu felicidad.
Porque en ella, encontré el amor.
Amor en mi, por ti, soy yo.

Te amo porque te amo,
Y quiero retener todo lo que vivo a tu lado.
Ponerle pausa a la vida,
Y dormirme en tus brazos.

Te amo porque eres calma, emoción, luz y pasión.
Creo que mi hogar existe,
Sólo si allí puedo escuchar tu voz.

Te amo porque te siento,
Tan profundo en mi corazón,
Tanto cuando ríes, tanto cuando dueles,
Tanto cuando lloras, tanto cuando logras,
Tanto cuando eres quien eres,
Porque así, conozco verdaderamente el amor.

Quiero de ti tanto,
Los días,
Las horas,
Los segundos a tu lado.
La vida contigo.

Perdona si soy injusta.
Pero si te vas, quiero que te lleves todo lo que te pertenece.
Pero recuerda siempre una cosa,
Yo soy tuya.

Recuerda que te amo,
Recuerda que aquí estoy,
Recuerda que no existen ‘por las dudas’
Recuerda que de ti no me voy.

Cuentas, ovejitas,
Estrellas,
Manchitas en el sol.
Esta vez quiero que cuentes conmigo,
y para siempre.
Hoy.

Me alegras, la vida, el amor y el cielo.